martes, 24 de abril de 2012

El cuidado básico del caballo.

El caballo es un animal, que a pesar de su apariencia es muy delicado. Por ello debemos extremar su cuidado en cosas tan fundamentales, como puede ser su alimentación.
Es muy importante suministrarle la comida en pequeñas raciones durante varias veces al día, su estómago no es muy grande, lo que no le permite comer raciones demasiado grandes (la cantidad varía en función del tamaño del caballo y el esfuerzo que realiza)
Por lo tanto se considera adecuado administrarle tres raciones de comida sin olvidar jamás , el forraje ya que resulta fundamental como ayuda en su digestión.

Detalles que no debemos olvidar jamás es evitar el ejercicio después de las comidas, ya que la digestión del caballo es muy lenta, por eso como mínimo debemos dejarle reposar al menos una hora.
 El caballo deberá tener siempre en la cuadra agua limpia y fresca dándole la posibilidad de beber cuando quiera.
 No deberemos dejarle beber mucho antes de hacer ejercicio y tampoco después del trabajo cuando aún está sofocado, es preferible que beba pequeñas cantidades y de agua no muy fría.

En cuanto al ejercicio que debe realizar dependiendo de la resistencia del caballo, nunca se deberá ser abusivo. Son evidentes los síntomas de agotamiento, por lo tanto cuando se muestren debemos parar.
Como cualquier otro animal, lo ideal sería que tuviese la posibilidad de hacer ejercicio a diario.
Si nos resulta imposible trabajarlo con continuidad, sería bueno al menos, soltarlo en un prado o darle cuerda con cierta frecuencia. El trabajo irregular, largas jornadas de trabajo con intervalos de inactividad, son francamente perjudiciales.

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